10 de abril de 2009

Cuenta Regresiva

En un sueño desconcertado
mis cuatro paredes descascaran
sus colores, sus virtudes y su forma.
Colores trágicos.

Puede que sea el aire
con toque sublime y ponzoñoso.
Se filtra en la humedad
que se seca con la hojarasca.
Mas los segundos van cayendo
uno a uno, como columnas sin sustento
y yo sé que es lo que va regresando.

Corresponde en los epílogos escribir
y llenar de notas la nostalgia.
Aun guardo un trocito de las anteriores
de las que escribí la última vez.
Justo antes que el sol se marchara
relegando a la literatura la sonrisa,
en un acorazado de papel sin tinta
que no zozobra en el mar del silencio.

Y así con la magra historia de un ciclo espero
encorvado en un sillón de consulta.
Con mis manos armadas con el pasado
que leo y releo
hasta el momento en que me abandone.
Como una cuenta regresiva de la vida
que llega a cero y me avisa
difrazada de secretaria tediosa
y mencionando mi nombre y la del médico tratante.