2 de agosto de 2013

Dolor Psiquico

Los pulsos clavan dudas
los años graban certezas
lo humano completa la inconsecuencia.
El absurdo de un teatro sin pantomima.

Aquí, en el escenario muerto
de la calle mas fria del invierno
presento ante los espiritus
las consecuencias de la sobredosis.

                                    De esperanza.

Como una muestra artística
vanguardista de la nueva alegría
me elevo al podio
listo para la disección crítica.

Y camino
acompañandome a mi mismo
creyendo hablar con un Dios
que escucha y da consuelo.

Creyendo herirlo con los gritos
mas que él con sus silencios.

Curioso es respirar
sin saciarse jamas del aire.
Seguir inhalando el vacío
y ahogandome en cada intento,
mientras observo las botellas vacías
que quedaron en otras calles
en otros escenarios similares
olvidadas.

Anhelo mayores dosis
de narcóticos psiquicos
que cieguen mis sentidos
a tantos espíritus malditos.
Anhelo el máximo efecto
capaz de entregar la química
aquello que es temido por la vida
se hace mágico de noche.
Y su

15 de mayo de 2013

Caja Musical

Proyectar palabras
venidas desde la mañana.
Sin rumbo, libertinas
es similar a volar de cabeza.

Cantar sin la caja de música
parece triste, inadecuado
cuando el sonido se raya de veras
por los rincones de fríos y serenos.

Soy afortunado al quererte
cuando mi querer es indeciso.
Traerte a mí me hace fuerte
domar tu alegría me hace niño.

Recorrerte en todo tu universo
con palabras que se visten solas
provoca violencia en mis sentidos
y sentido para mi conciencia.

Perseverante es extrañar
cada instante sin tu cuerpo
que en otra piel no pierdo
ni en otro calor olvido.

Cuántos tiempos pueden pasar
sin sentirte envejecer.

Flor de los amaneceres
cautiva mi inspiración
lléname de poesía
un día mas.
Hasta que nuestro pacto no se rompa
por el tiempo,
el dolor,
el invierno.
Sigue en mi núcleo desde tu caja musical
con tu sonido inadecuado,
componiendo nuestro lazo perfecto
y resguardando mi mayor sueño.



21 de abril de 2013

Sin título (segundo)

Mis días, los que me quedan
los que aun no se queman
en esta hoguera de transiciones
quisiera recorrerlos soñando.

Mis sueños, los que se trazan
en mi lienzo de creación
quisiera pintarlos con ideas nuevas
nacidas en la naturaleza viva.

Y es que cuesta a veces
ser creador y dueño
de esta carne y estos huesos
que te gritan que te mueres.

Pensando.
Estancado.
En silencio refugiado
en los estigmas.

Es duro ser vivo
cuando vivir es un abstracto
tan parcial y tan establecido
como el ritmo de una arteria.

Es triste cuando la decisión
ya fue tomada por otro.
Y tu deber es escoger
el momento en que la tomarás.

Quisiera germinar desde los sueños
ilimitados, incautos, desquiciados.
Deformarme con una intención
sin derrumbarme en el intento.

Cómo no llorar tanta existencia
predecible,
estereotipada,
insípida, inhumana.

Cómo ser feliz si los sueños
solo se viven al dormir
y todo camino que se te enseña
te lleva al mismo final.

Cómo no llorar esta felicidad
envasada, diseccionada
y expuesta en su grado mínimo
para el consumo de todos.

Si la belleza ya no existe
mas que en el pensamiento.

Quisiera morir estos años
en mi lecho de sueños.
Amar en un trance primitivo.
Alcanzar el clímax de los cuerpos.
Explotar en el interior de una mujer.
Estirarme para abarcar tanta dicha.
Y por fin, abrazar la libertad.

Sin despertar en el intento.

Ilustración de Gaston Viñas

8 de abril de 2013

Substancia

Somos la hierba de la tierra
que germina en la casualidad
crece con la duda
resiste los embates del clima
y florece antes de secarse.

Que bella es la palabra
como el pétalo de un lirio
suave y delicada
se exhibe desde el capullo
del pensamiento.

Amar el tiempo prestado
el suspiro que nos toca
para reír, amar y sentir.
Para edificar momentos nuevos
que se siembren en la médula
de la vida.

Felicidad es un instante
un sol en las tinieblas del dolor.
Quien conoce aquella luz
no la olvida jamás
ni la confunde con la luna.

Seamos justos pues
con esta tierra que nos da vida.
Que una lagrima riegue la raíz
y haga fuerte contra el viento
el tallo de nuestra templanza.

Y llenemos de verdes pastizales,
floreados desiertos grises
la soledad que no perdona.
Hasta que el tiempo nos seque
seamos substancia divina.




21 de marzo de 2013

Amanecer

Se alza el sol
rayos nuevos cruzan cielos
besando una mañana ciega
trayendo otros vientos.

Surcando el frío
navega el rocío dañado.
Cómo amo aquel tacto
aquel frío que despierta.

Sonrisas vegetales
animan tiernas soledades
rutinas amargas y tristes
fuentes eternas de consuelo.

Y lento se olvida
el dulce acero de la noche
extraño las estrellas
con que jugaba cuando niño.

Sin destino
risas nuevas llegan y abrigan
este frío atardecer
que entibia mi albor.

De infinitos colores
transcribo ideas nuevas
ideas de vida y de amor
que entierran noches muertas.

Bendita seas, helada mañana
somnolienta y desvelada.
Verte nacer en cada momento
cierra las heridas de las tinieblas.

Y da un sentido,
alimenta las viejas brasas
que sin pies caminan
llegando a ser lo que no fueron.


25 de febrero de 2013

Humedad

(Lluvia de ideas)

Traspasa el papel mural
mancha con colores originales
imprime su sustancia
y su aroma.

La veo, rodea mis ideas
la aprecio, rompe la uniformidad
acaricio aquella fina textura
se recoge.

Creo sentir la humedad
similar a una piel implantada
similar a la sensación extranjera
del frío.

Y es que el papel mural no cubre
no protege mi núcleo
de calor melancólico
y reconfortante esperanza.

No, no es fuerte
ni adecuado para cubrirme.
Mal que filtra de humedad ajena
y luego enfría mi fuego interno.

Agua que atraviesa palabras
encadena rencores
condena misericordias
perdona los aceros.

Aquella humedad cubre mis bosques
de rebelde hoja de derecho.
Y de sus bordes calmo la sed
haciéndome viejo.

La humedad habita esta piel
gastada por las batallas
descuidada por los vientos
jamás secada por el sol.

Aquella piel que viste nuevas vidas
parecidas a las mías

doblemente heridas
por los jamáses
por las certitudes
por los perdones
por los adioses.

Ay mi pobre piel húmeda
cubre otros amores cuando muera.

Este fuego frío de mi entraña
envenena y marchita el amanecer.

Que el Dios pagano te aleje
hacia el destino elegido
amada armadura desprendida
se feliz en otros poemas.



Vincent Van Gogh. Girasoles

11 de febrero de 2013

Sauce

Cuando llego el momento
sonreí
sumiso en la aceptación
tranquilo con mi legado
feliz.
Curioso es el tiempo
como desata las amarras
se eleva con el viento
y se escapa.
Extraño tantos besos
recuerdo esas caricias
las miradas incendiarias
que no volverán.
Mas que mi cuerpo sea viejo
es el regalo
y que mis días estén completos
el desaliento.
Agradecido soy de las raíces
que crecieron desde adentro
que nutrieron de sabiduría
mi espíritu.
Y me ataron a la tierra
aún ahora en mi muerte
fijando todos los finales
al principio.

Cuando llegó el momento
sonreí
y agite mis brazos en la corriente.
Mis recuerdos son mi alimento
que endurece mi corteza.
Aquel llanto que me quebraba
se lo lleva el río
aquel que acaricia mis ramas
y me cobija.

Cuando llegó mi muerte
abrace la vida
para siempre.

10 de febrero de 2013

Rama floreciente (2006)


A veces nuestro destino semeja un árbol frutal en invierno. ¿Quién pensaría que esas ramas reverdecerán y florecerán? Mas esperamos que así sea, y sabemos que así será.
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21 de enero de 2013

Anuncio


En el rincón tácito del escritorio
en una página arrugada de la bitácora
con la tinta agria y reciclada
escribo.
Cuando mi mente brilla
y cuando en la noche se hace ciega.
Como ayer y anteayer
mañana quizás también.
Ampliando aun mas
mi colección de pensamientos
que me ven crecer,
envejecer y morir.
Sentado en silencio
en esta silla que no se cansa
escribo como los que no saben
desarmando ideas perdidas.

Y la tinta se seca
transcribiendo indefinidas veces
las mismas palabras
gastadas y ya leídas.
Y el papel se mancha
con los mismos colores de antaño
sin ser libre para demostrar
que esta sin nada para serlo todo.

Quisiera entregar mas
que ideas que luchan para morir.

Pero mi cuerpo sigue ágil
tiene aliento para crear
y cuerpo para recibir
lo que vendrá.
Lo espero paciente y tranquilo
el ansia calla bajo el pensamiento
pues sigo vivo para esperar
la canción de los relegados.
La que viene inevitablemente
para destruir lo edificado
olvidar el dolor cansino
y devolverme al curso de los vivos.