El exilio.
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La idea emigra de su bóveda,
mientras mi cuerpo se desprende
como la arena de un reloj.
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La idea huye amenazada,
exiliada del confín molesto,
herida critica por el valor.
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Consigo lleva su nombre extraño,
Y extraños recuerdos de una boca
En atardeceres de primavera.
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Miro llevarse entre la arena
noches y mañanas desnudas
y otros viajes que no sucedieron.
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Extrañaré su presencia
en el metro de ajenas ideas
o en el silencio de mis mañanas.
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Ya no le hablaré en el café
solo morirá en mi desierto
exiliada junto a otros olvidos.
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ElTercerPiso
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