24 de enero de 2018

Poesía

Para que sirve amarse
si en el filo del risco social colgamos todos.
Para qué, si nos acostumbramos a estar solos
a esconder el dolor
y escalar esta montaña de bienestar
porque en la cima esta la felicidad.

Para qué sirve la poesía
Para qué, si nadie se atreve a desnudarse.
A correr hacia los estruendos de la tormenta
a acampar bajo la bóveda del pensamiento
a domar olas iracundas.
Para qué sirven las estrellas.

La planta existe donde nace
recibiendo los vientos de toda la tierra
bebiendo el agua de los hemisferios.

El ave migra en cielo universal
reconoce los árboles que le dan sombra
vuela rodeando la montaña.

¡Y nosotros que ni siquiera podemos desvestirnos,
o ensuciarnos con la tierra que pisamos!
Nosotros, que somos niños ciegos y paranoicos
en  búsqueda de extinguir al sufrimiento,
lo encerramos en libros de poesía prehistórica
sin comprender la muerte que no miramos.

Cómo admirar la majestuosidad del alerce
temiendo al frío y cubriéndonos de la lluvia.
Cómo llevar grabado en la espalda al halcón
sin saltar por encima de la desolación,
para alzar el vuelo confiando en las alas.
Cómo, si la confianza esta en la cima de la montaña.

Yo los observaré escalar el risco,
mientras se cubren de apariencia y reconocimiento.
Miraré sus viajes pagados con dinero,
como cruzan la tierra
y encuentran las respuestas del alma
comprando pulseras indias y fotos en instagram.

Veré sus cirugías estéticas y sus barrios finos
desde plaza brasil, sentado en el pasto.
sudando y bebiendo la maldita poesía.
Seguiré, guiado por el mapa solar del amor,
con el coraje de habitar los fragmentos
creciendo en los recovecos del espacio
mas hermoso, que es el alma humana.

Porque soy libre y lo escogí.
Porque no tuve ni tendré más opción.
Desde mi núcleo de hojas y ramas,
lo veo todo con ojos de halcón.